Y nos hablan de guerras cercanas,
Y de guerras lejanas.
Y nos susurran sobre guerras venideras
que atravesarán nuestras vidas
y las vidas de nuestras vidas.
Insensibles al sonido de los tambores,
al hedor de la sangre y de la pesteal dolor del hambre, al silencio de la muerte.
Ajenas al Grito en el que, un día, Munch
encerró la angustia de la humanidad entera.
Impasibles, como si nada ocurriera,
vivimos al margen, carpe diem,
esperando a lo que haya de pasar,
ahogando en lo profundo del alma,
sin remedio, sin esperanza
la ilusión de una vida en paz.
Charo Varela
25 de marzo de 2024